jueves, 13 de noviembre de 2008


La Advertising Standards Authority, organismo encargado del control de la publicidad en el Reino Unido, prohibió los anuncios de “Complete Lift” de RoC, marca perteneciente a la trasnacional Johnson&Johnson. En dicha campaña, la compañía asegura que estudios clínicos han demostrado que su aplicación durante 8 semanas devuelve el aspecto joven a la piel madura.
La investigación encargada por la Advertising Standards Authority ha demostrado que el estudio no fue imparcial, al ser realizado por un empleado de Johnson&Johnson, y que además, su metodología fue defectuosa, al no aplicar un procedimiento objetivo para la medición de los resultados, ni aportar fotografías para demostrarlos. Este tipo de errores denotan fallas en la confiabilidad y la validez del ejercicio.
Debido a ello, la campaña fue prohibida y además, Johnson&Johnson tendrá que someter sus próximos anuncios al
Committee of Advertising Practice.
Este es un caso claro donde vemos que la responsabilidad social no es sólo la inclusión de prácticas a favor del medioambiente o la sociedad; la RS debe comenzar desde dentro, en la filosofía misma de la compañía, donde la honestidad y la ética deben ser puntos claves para las palancas de sus negocios. Lo dicho, la RS puede ser muy riesgosa.
Nuevamente una empresa al ojo del huracán, por querer, a toda costa, proyectar una apariencia cuando la realidad es otra. El comportamiento, en esta ocasión, fue de una casa de cosméticos, pero la misma conducta tiene hoy de rodillas económicamente a la primer potencia mundial, cuando algunas de sus entidades financieras priorizaron mantener inflada una burbuja para que las transacciones del mercado de “valores” fueran rentables. Claro está que, como a Johnson&Johnson, esa burbuja se les reventó.

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